Tomar un recipiente y agregar el agua, la miel y la levadura y dejar "activar" por unos minutos, deberia hacer un poco de espuma o ponerse mas denso, si no puede ser que la levadura este muerta.
Mezclar la harina y sal e incorporar al agua con una espatula hasta que no haya puntos secos. Queda una masa muy mojada pero consistente.
En otro recipiente agregar 4 cucharadas de aceite (preferentemente de oliva), pintando un poco las paredes y pasar la masa al recipiente (dar vuelta una vez para cubrir en aceite).
Cubrir con film y meter en la heladera (de 8 a 24 horas, desarrolla mas sabor de esta forma) o dejar a temperatura ambiente (4 horas aprox) hasta que doble en tamaño.
Al momento de hornear, utilizar una placa (de las grandes) para que quede una focaccia finita o mas chica para que te quede alta. Precalentar el horno a temperatura alta (180°)
Enmantecar abundantemente y añadir 1 cda de aceite y al último, la masa. Estirar y dejar levar hora y media o dos horas o hasta que tocando la superficie (con el dedo con aceite) dejas una marca. Para darle su forma tienes que meter los dedos (como si estuvieras tocando el piano) a todo el largo de la focaccia. En este punto le agregas lo que quieras (cebolla, romero, orégano, ajo, cherrys), le pones la ultima cucharada de aceite y un poco de sal fina y llevar al horno por 30 min hasta que la parte de arriba este dorada.
Sacar y pasar inmediatamente por una rejilla (aquí suele quedar pegada si no la enmantecaste lo suficiente). Dejar descansar 10 minutos. Cortar y llevar al freezer. Tostar por trozos. De aquí en más puedes servirte para hacer unos exquisitos sandwiches o utilizar la masa para elaborar una sabrosísima pizza.